viernes, 12 de junio de 2009

La Camisa.


Mateo 5:44

"Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos,
bendecid a los que os maldicen,
haced bien a los que os aborrecen,
y orad por los que os ultrajan y os persiguen"


Paco de 8 años, entró en su casa, después de clase, pisoteando fuerte.
Su padre, que se dirigía al fondo, al verlo entrar, lo llamó para una hablar.
Paco lo acompañó desconfiado.
Antes que su padre hablara algo, Paco dijo irritado:
- Padre, estoy con muchísima rabia.
Joaquín no podría haberme hecho lo que hizo.
Su padre, un hombre sencillo pero sabio,
escuchaba a su hijo mientras ese seguía con su reclamo.
- Joaquín me humilló delante de mis amigos.
¡Me gustaría que le pasase algo malo!
El padre escuchó todo callado mientras caminaba buscando una bolsa de carbón.
Llevó la bolsa hasta el fondo y le dijo a Paco:
- Hijo, quiero hacerte una propuesta.
Imaginemos que aquella camisa blanca que está en el tendal es tu amigo Joaquín
y que cada trozo de carbón es un pensamiento malo que tu le envías.
Quiero que tires todo ese carbón en la camisa,
hasta el último trozo y dentro un rato vuelvo para ver como quedó.
Al niño le pareció un divertido juego,
la camisa estaba colgada lejos y pocos trozos acertaban al blanco.
El padre que miraba todo, le preguntó:
- Hijo, ¿como estás ahora?
- Estoy cansado, pero feliz porque acerté muchos trozos de carbón en la camisa.
El padre miró a su hijo, que no entendía la razón de aquél juego, y dijo:
- Ven, quiero que veas una cosa.
El hijo fue hasta el cuarto y se miró en un gran espejo.
¡Que susto! Paco solo conseguía ver sus dientes y ojos.
Su padre, entonces, le dijo:
- Viste que la camisa casi no se ensució.... pero fíjate en ti mismo.
Las cosas malas que deseamos a los otros son como lo que te pasó a ti.
Aunque consigamos perturbar la vida de alguien con nuestros pensamientos,
los residuos de esos se quedan siempre en nosotros mismos.
Mateo 5:44
"Pero yo os digo:
Amad a vuestros enemigos,
bendecid a los que os maldicen,
haced bien a los que os aborrecen,
y orad por los que os ultrajan y os persiguen"
Cuanta razon tiene esta persona que escribio esta reflexión,
finalmente los sentimientos negativos que tenemos hacia los demás
nos hacen daño a nosotros mismos.
Entreguemos todo al Señor reconociendo esto delante de El
y dejemos que el amor de Dios fluya en nosotros
dandonos amor hacia nuestros semejantes.
Dios les bendiga. Gloria R.

No hay comentarios.:

Jesus, El Buen Pastor

Jesus, El Buen  Pastor
Mi Ovejita mas Preciada