sábado, 9 de abril de 2011

!! DIOS ES NUESTRO CONSUELO!!


DIOS ES NUESTRO CONSUELO!! Por Angélica Islas.

Hay situaciones de diferente índole, ya sea emocional, físico, económico o familiar, pero nos lleva a algún momento a sentir tristeza, incluso estando en el camino de Dios, nuestro corazón se apachurra, esto se refleja en nuestro ánimo, ojos, semblante y afecta nuestro desempeño diario.

¿Quién no ha sentido en algún momento de su vida tristeza, amargura o resentimiento?

Nadie escapa a estos sentimientos y el sentirlos de vez en cuando es normal, es parte de nuestra naturaleza humana. Llorar es bastante sano cuando se trata de un acontecimiento eventual, el llanto es parte de la liberación.
Pero ¿Qué pasa cuando estas emociones quedan alojadas en nuestro corazón de manera permanente?, cuando el dolor, la amargura y la tristeza representan nuestra propia personalidad.

Hoy en día los males provenientes del corazón son muy comunes, los rompimientos familiares, la frustración, la represión, el fracaso y lo que llamaríamos "el cansancio de vida" se apodera de nosotros cuando vemos que a pesar de nuestro esfuerzo, las cosas "nunca funcionan", "todo nos sale mal" porque "la vida ha sido muy injusta con nosotros".

Es entonces cuando el resentimiento, la autocompasión y la tristeza pueden quedar instalados en nuestro corazón de manera permanente.

Esta actitud hace que todo en la vida lo veamos a través de un "cristal empañado", es decir, nuestra perspectiva de vida se torna gris, ya no vemos la belleza de la vida, los buenos momentos se vuelven indiferentes ante nosotros, dejamos ir oportunidades y empezamos a crear una realidad falsa al creer que "nadie nos quiere" o "todos quieren hacerme daño", nuestra visión actúa y distorsiona todo desde nuestro cristal empañado.

El guardar por mucho tiempo esta actitud o este sentimiento, además de prolongar nuestro sufrimiento, nos trae como consecuencia enfermedades derivadas de "un corazón triste": Enfermedades respiratorias (gripas, asma, tos, sinusitis, etc.). Enfermedades del corazón (Angina de pecho, infarto, etc.)Enfermedades del sistema circulatorio (mala circulación, várices, colesterol, etc.)

Ningún medicamento, dieta o ejercicio pueden evitar o curar dichas enfermedades si no nos conectamos con la alegría de vivir, con el amor a la vida. La alegría es la única medicina para un corazón que revive constantemente en su presente las heridas del pasado.

Sin la alegría, nuestra vida se frena, nuestros pasos se alertan ya no queremos saber nada, estamos deprimidos y con un constante dolor de piernas, nos pesan tanto como para poder dar un paso más.

Sufrimos también a causa de nuestra soledad por tener nuestro corazón cerrado al amor, no sabemos darlo, mucho menos recibirlo, al mismo tiempo nos duelen los hombros y la espalda.

CONSUELATE EN DIOS ÉL ES TU AMPARO, REFUGIO, FORTALEZA  Y PRONTO AUXILIO.

Como a aquel, quien consuela su madre, así os consolaré y a vosotros. Isaías 66:13.

Dios nos ama, sin condiciones.  
El nos ama siempre, El siempre está allí, solo que a veces con nuestra desobediencia no lo apreciamos, Dios ama al pecador, más no al pecado. El amor cubre multitud de pecados” 1 Pedro 4:8.
Nuestro Padre Dios Jesucristo dio su vida para que tuvieras perdón y salvación, por medio de la cruz somos salvos y justificados. “Porque de tal manera amó, Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito, para todo aquel que en el cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” Juan 3:16.

Dios nos cuida.
Siempre esta al cuidado de nosotros, como un pastor por su ovejas, solo que somos nosotros lo que no nos dejamos pastorear. “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque el tiene cuidado de nosotros 1 Pedro 5:7.

Dios intercede por nosotros.
Dios es nuestro intercesor, detiene corrección fuerte de Dios, esperando que nosotros entendamos, el camino correcto y obedecer en todo lo que Dios nos demanda. “Si alguno ha pecado, abogado tenemos, a Jesucristo el justo 1 Juan 2:1.

Se alegra de nuestros triunfos.
Dios sonríe cuando estamos contentos, recibiendo sus bendiciones, y más cuando andamos en obediencia, Dios es amor 1 de Juan 4.8.

Dios se duele con nosotros.
El, se entristece cuando por nuestros errores, sufrimos, o cuando tenemos una tribulación momentánea, somos sus hijos y el nuestro Padre Celestial, también se duele con nosotros, pero como Dice el pasaje lema. El nos consolará como una madre.
Isaías 66:13.

Dios nos reprende.
Dios desea que andemos en su voluntad, acatemos sus mandamientos, y nos llama con lazos de amor, pero cuando no entendemos el, nos llama la atención de alguna manera para que volvamos a nuestros ojos a El. “Dios al que ama, disciplina” Hebreos 12:6.

<*)))>< Bendecidos en el ♥ amor ♥ de Jesucristo  >< (((*>
Con amor fraternal.
Atte.
Angélica Islas.

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